BIENVENIDOS

Estimados Lectores:
Bienvenidos a Hagamos Historia, un blog dedicado especialmente a la historia cruceña, con producciones audiovisuales independientes y reportes escritos que harán más fácil el conocimiento de la misma.
Te invito a que aportés y seás parte de nuestra historia, porque cada día la vamos escribiendo y somos nosotros los protagonistas principales.

miércoles, 20 de marzo de 2013

Plaza 24 de Septiembre

Hola queridos lectores:
Un lugar icónico de nuestra Santa Cruz es la Plaza Principal 24 de Septiembre que ha recibido varios nombres a lo largo de su existencia. Muchas veces tenemos que pasar por allí para hacer nuestras cosas en el centro y de pronto se nos antoja una cafecito, o de repente vemos un perezozo reposar en un frondoso árbol. Y quién sabe, por ahí nos topamos con Yula. Otros se sientan en los bancos a pasar la tarde y conversar con amigos como los abuelos sentados al frente del Club Social. A veces vemos a funcionarios públicos darse un respiro y a locales y extranjeros tomarse una foto para el recuerdo con nuestro amigo querido Filemón Barba.

También esta espectacular plaza en punto de concentraciones sociales, políticas, marchas importantes, descubridora de liderazgos, escenario de artistas, cómplice de amores y engaños.

Es así que les quiero compartir ésto que investigué del libro !Qué tiempos aquéllos de mi viejo Santa Cruz! del autor Aquiles Gómez Coca.

Que lo disfruten!!!

Dejaron escrito los escribanos en su tiempo, que la plaza siempre fue el epicentro histórico del pueblo desde aquel alejado 21 de mayo  de 1595.

Esta plaza vieja y llena de hechos y ocurrencias; los hombres de la conquista y sus fieles seguidores nativos, desbrozaron a punta de machete o algo similar para dejar el campo semilimpio, donde elevaron el rollo y posiblemente el acta de fundación de la ciudad.

No olvidemos que los alcaldes ordinarios y los primeros en dirigir el Cabildo en este nuevo y último asentamiento de San  Lorenzo (Santa Cruz), fueron don Juan de Oviedo de Quiñones y don Pedro de Almaraz, y como regidores, don Pedro Miguel, don Pedro de Mora, Hernando Dominguez y don Sebastián de Moya. Como Procurador General, don Gómez Yáñez de Amaya, y por último, ofició de mayordomo don Juan Moreno.

Antiguamente no exisitían bancos sino una buena sombra y unos cuantos tocos, donde los jinetes que llegaban por sus cercanías bajaban de sus silloneros, desenrrollaban  sus cabestros y ataban a su cuadrúpedo en uno de los muchos troncos, para luego darse una buena tertulia sobre el tiempo, las lluvias, sequías y otros temas.

La acera del norte de la plaza, de naciente a poniente, se hallaban casonas de los primeros años. Además los lotes repartidos a los particulares, en cuanto a extensión, por lo menos han de haber tenido unas veinticinco varas de frente y de profundidad, es decir, que la manzana actual la dividían en dieciséis partes o más, ya que la medida árabe de aquellos días tenía cien vara por cada lado o calle. En esta acera norte, seguramente se le dio terrenos a la gente de importancia que formaba parte del Cabildo o de la Gobernación, sobre todo para que elevaran sus viviendas, ya que debemos recordar que siempre el cruceño se ha cuidado en gran manera de no hacer su casa con la vista al sur , por los temidos vientos del invierno, y además los famosos chilchis con sur y viento, que en todos los tiempos han penetrado hasta los mismos huesos, y peor en  esos días que las cobijas han de haber sido escasas y sólo les quedaban las fogatas y braceros y, andando los años, los buenos tragos de alguna bebida caliente bautizada con su buen chorrro de resacado de los mejores que se elaboraban en esos tiempos.

La vereda del norte con relación a la plaza fue la demenos importancia con relación a sitios de instituciones o personajes distinguidos, por lo menos éso es lo que se sabe de los primeros cien años.

En la acera sur con los predios asignados a la Catedral se construyó  la Casa de la Gobernación que ocupaba más de medio almud, puesto que en ese mismo sitio se hospedaban las milicias reales y en una de sus reparticiones, humilde pero segura, estaba la cárcel, que se conserva hasta las primeras cuatro décadas de 1800. En la misma esquina estaban los altos del Cabildo Municipal.

La vereda del lado poniente, y empezando del norte al sur, tenemos en la esquina la Iglesia del Sagrario y la parte sur, los altos del seminario de San Juan Bautista. Se construyó  la Iglesia y Colegio, durante el Obispado del Monseñor Juan de Aguinao a mediados del siglo XVII. En la misma acera, tenemos la esquina del lado sur, que hasta los albores del siglo pasado perteneció a la familia Aguirre que hoy corresponde al Club Social 24 de Septiembre.

Por la acera del naciente y siguiendo el mismo orden de casas y personas, viniendo del lado sur, están las familias Pareja y Arredondo, en la misma esquina, luego las familias Suáres, Flores, Franco, Ibañez y posiblemente otras prosapias del siglo XIX y XVIII. Acera de propiedad privada.

La Plaza de Armas conservó este nombre hasta el año 1621 y al siguiente año, en homenaje a la unión de las ciudades de COtoca y San Lorenzo, donde actualmente vivimos, tomó el nombre de Plaza de la Concordia, como fiel homenaje a la parcial unificación de estos dos pueblos.

En los primeros años de vida pueblera se hizo construir una noria, donde acudían los vecinos del centro del poblado. Este pozo prestó sus servicios hídricos hasta los primeros años del siglo XIX y luego los vecinos lo convirtieron en basurero.

En 1875, el Honorable Concejo Municipal de la ciudad contrató los servicios del ingeniero francés Carlos de Chalot, para que haga de la plaza un verdadero parque con jardines, aceras, banquillos y algo más para distraer la vista y el espíritu. La plaza fue enladrillada en sus aceras externas e internas. Se construyó  una barda de ladrillo y mezcla de cal y arena de la altura de una vara, que daba la vuelta a todo el perímetro del paseo. En las cuatro esquinas se construyeron las entradas de arcadas, por donde la genete penetraba y en sus famosas aceras, de marcadas categorías sociales, ya que la primera estaba destinada a la gente "decente" o "bien", y la segunda acera para la gente no pudiente, mozos y criadas.

Se cegó la noria - basurero y se puso un kiosko.

En el año 1920, el Gobierno Municipal cambió por segunda vez el nombre poniendo el apellido de Plaza "24 de Septiembre" en homenaje al Primer Centenario de la Independencia.
El famoso kiosko fue sustituído por  la estatua y pedestal del Coronoel Ignacio Warnes, colocada en 1920 como homenaje a la batalla del Pari en 1816.

En 1834  empieza la educación de los jóvenes  en el Colegio de CIencias y Letras bajo la dirección de Teodoro Sánchez Bustamante, ocupando el edificio que antes había sido de los Jesuitas, anexo a la capilla del Sagrario.
En 1836 se emprendieron trabajos por parte del ingeniero francés don Felipe de Bertres, para construir la ansiada Catedral de Santa Cruz.
En 1881 se construyó en la acera del naciente, con relación la plaza, la casa de la familia Soruco Moreno, por el constructor Félix de Bruneau.

Durante la Presidencia del Dr. Aquino Rodríguez en el Concejo Municipal se empieza la construcción de la Casa de Gobierno. El 23 de septiembre de 1873 el Arq. Simone Marchetti firma el contrato y Domingo Peredo garantiza la fianza.

A fines de 1800  llega León de Moussnier que se hace cargo de la construcción definitiva de la Catedral, para ello tiene que destruir lo poco hecho por Bertrés y agrandar la obra que concluyó en el año 1915, inaugurada entre el 16 y 18 de agosto.

De 1901 a 1904 en la esquina noreste de la plaza, empieza la construcción del edificio de la familia Vespa Mercado por Bernardo Cadario, posteriormente fue una firma alemana y después comprada con fondos municipales para edificio del Gobierno Municipal.

En la misma acera del norte durante los años 1941 a 1943 se construyó el edificio del Banco Central de Bolivia. En ese terreno, en 1912 funcionó el primer cine de Santa Cruz llamado Cine Roma de la frima Bruno - Queirolo. Cine mudo.

En la esquina donde estaba la Iglesia del Sagrario se construyó en 1940, el edifico de la Universidad durante el rectorado del Dr. Rómulo Herrera. En la misma acera y donde antes ocupaba el viejo colegio jesuita se construyeron dos nuevos edificios: La Municipalidad, lo que hoy es la Casa de la Cultura, construcción realizada en 1931 por el Juan Knez y el Palace Theatre del empresario José Bruno, construido en 1918. Y para terminar, el Club Social que fue construido por Carlos Monteverdi y Juan de Maturana desde 1915 y estranado en 1917, era propiedad de José Lino Torrez.

En 1925 al cumplirse el Primer Centenerio de la Independencia de la República tuvo alumbrado eléctrico, el mismo año se tuvo agua semi potable. Antes la luz provenía de los faroles, lámparas, velas y mecheros. El agua se tomaba de las norias, aljibes, lagunas, pozas hasta que se reclamó lo nuestro.




No hay comentarios:

Publicar un comentario