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viernes, 25 de septiembre de 2009

... un fragmento de...

Hola a todos, tomé un fragmento del libro "Breve Historia de Santa Cruz" de Hernando Sanabria para que se interesen y lo lean completo. Y ayer fue 24 de septiembre, una fecha muy importante para Santa Cruz quiero que lean:

... El primer movimiento de insurrección habido en esta ciudad fue tramado por un grupo de negros y mulatos que tenían apartada residencia en el lugar de extramuros hasta hoy conocido con el nombre del Tao. Era propósito de los tales pasar a degüello a la población blanca, entrar a saco en sus viviendas y construir luego un gobierno local propio. Debió estallar el 15 de agosto de 1809, pero debelado a tiempo por gracia de un hecho casual, la justicia del rey y la vindicta pública cayeron sobre los complotados, no sin extremar medidas de punición, y así acabó todo.

Como es bien sabido, meses atrás del conato de los moreno, los criollos de Chuquisaca, movidos por cabildo y universidad, habíanse levantado contra las autoridades reales enviando sendos emisarios a los principales centros del Alto Perú, para que en ellos propagasen las ideas de rebelión sustentadas. Hijo de de padre español y madre cruceña y recientemente doctorado por la universidad de Charcas, Antonio Vicente Seoane fue el comisionado para tal efecto en la ciudad natal. En su compañía y con igual cometido vino otro doctor de Charcas, Juan Manuel Lemoine. Juntos los dos hubieron de entenderse con algunos que simpatizaban con aquellas ideas. La labor de los emisarios fue coronada por el éxito, pue, entre varias otras consiguieron ganar la adhesión de un miliar, el coronel Antonio Suárez.

Cuando las cosas estaban ya en buen pie, arribó otro emisario, esta vez de la Junta de Gobierno de Buenos Aires. Era el capitán Eustaquio Moldes y traía la misión de urgir a los confabulados a que precipitasen la acción. El movimiento estalló la tarde del 24 de septiembre de 1810, con el amotinamiento de las milicias, la destitución del gobernador D. Pedró José Toledo Pimentel y el llamado al pueblo para concurrir a cabildo abierto. Constituyéndose una junta gubernamental compuesta por el sacerdote José Andrés Salvatierra, el doctor Seoane y el coronel Antonio Suárez, quien asumió al mismo tiempo las funciones de comandante de la plaza.